(Investing) – Aunque la temporada de ganancias comenzó con buen pie, mostrando que la inflación incidió menos de lo esperado en la rentabilidad corporativa en este tercer trimestre, la desaceleración todavía inquieta al mercado.
En efecto, el alza de los precios todavía se mueve aceleradamente y la Reserva Federal de Estados Unidos mantendrá el ritmo agresivo en las subidas de tasas hasta que “el trabajo esté hecho”. Lo que genera incertidumbre en cuanto a los efectos en la economía y en los ingresos de las empresas.
Y este riesgo volvió a agitar hoy el mercado de bonos. Si bien la demanda por estos títulos subió en los dos primeros días de la semana, calmando los rendimientos de los títulos e impulsando un rally en las acciones, hoy reflejan alta volatilidad y tocan máximos de 2008, cuando ocurrió la crisis financiera.
El rendimiento del bono del Tesoro a 2 años sube 1.83%, situándose en 4.51%, e incluso llegando a tocar los 4.53%. Mientras que el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años se dispara 2.55%, ubicándose en 4.10%, tocando previamente el 4.11%.
La curva sigue invertida, con el rendimiento del papel de corto plazo más alto que el de largo plazo, lo que implica una alarma de posible recesión.
Las ventas de los bonos contagian liquidaciones en Wall Street, que refleja tendencia de venta en los principales índices, con el Dow Jones intentando recortar pérdidas, pero en rojo por 8 puntos o 0.03%.
El S&P 500 baja 13 puntos o 0.35% y el Nasdaq cae 46 puntos o 0.44%, pese a que Netflix (NASDAQ:NFLX) se dispara hoy 14%, que reportó ayer y sorprendió al mercado al duplicar los usuarios pagos previstos.
Esta tarde otras gigantes tecnológicas publicarán sus informes de ganancias y resultados, como Tesla (NASDAQ: TSLA) e IBM (NYSE: IBM).